enero 03, 2007

hoy fue la primera práctica del año para el aikidoka según el calendario romano.

y si la primera práctica fuera el reflejo de lo que será el resto del año, entonces habría que decir que el año se viene muy intenso, y lleno de sorpresas y progresos.

la práctica de hoy estuvo centrada en absorver ushiro ryo te dori. primero dando un paso al costado y sacando a uke de su centro con ikkio ura. luego proyectando a uke, llevando nage sus brazos al hara, al tiempo que bajaba su centro de gravedad, quedando con las dos rodillas sobre el tatami.

un momento sorprendente de la práctica fue cuando, realizando este ejercicio con sempai y estando el aikidoka en posición de uke, éste tomó desprevenido a sempai y logró tomarlo con los brazos muy abiertos atrás, con lo que logró inmovilizarlo, lo cual hizo brotar risas de sempai, que al parecer disfrutó sanamente verse sorprendido.

más tarde sempai ordenó tomar un bokken y realizar el mismo ejercicio. entonces ahora nage, con las dos muñecas tomadas por la espalda, elevaba el bokken hacia el techo del dojo (y más arriba) y luego realizaba un corte vertical, con lo que se producía la proyección de uke.

luego aprovechando que la mtiad de los alumnos tenían bokkenes en sus manos, pidió a todos tomar uno para realizar cortes diagonales, poniendo especial énfasis en que lo importante no era el corte propiamente tal, sino la postura del cuerpo, la sensibilidad hacia la madera y la intención de entrar con el tandem al momento de realizar el suburi.

finalmente, sempai ordenó realizar atokeiko antes de cerrar la práctica y fue en este instante en que el aikiodoka vivió otro momento de gran excitación: al trabajar con otro sempai que asistía a la clase y que estaba haciendo de nage en atokeiko, éste tomó al aprendiz por sorpresa y lo hizo volar en reiteradas oportunidades por los aires, obligando al aikidoka a realizar varios yoko ukemis sin proponérselo. lo sorprendente es que éstos fluyeron impecablemente y a pesar de sufrir varias caídas muy sonoras el aikidoka se sintió realmente bien dándose esos costalazos sobre el tatami.

en resumidas cuentas, y tal como fue señalado al comienzo, se trató de una práctica intensa, sorprendente y realmente estimulante, con la cual el aikidoka espera comenzar un año pletórico de aikido.