impensado resultó para el aikidoka comprobar, apenas arribó al dojo, pocos minutos antes de la práctica, que al contrario de otros sábado, el tatami estaba despejado. prácticamente vacío.
y así, impulsado por una dosis de aplomo poco habitual en él, saltó al tatami, saludó a o sensei, tomó un bokken y alcanzó a hacer al menos unos cincuenta cortes (veinticinco por cada lado).
de acuerdo, no es nada realmente impresionante (sobre todo tomando en cuenta la imprecisión de la técnica). pero sí lo fue para el aikidoka, que daba absolutamente por descontada esa posibilidad.
el aprendiz dejó el bokken cuando vio a otros practicantes sobre el tatami.
la práctica la entregó un sempai, porque sensei se encuentra fuera de santiago (claro que eso es algo de lo que el aikidoka se enteró al final).
la práctica en sí fue bastante extraña. el aikidoka se movió con cierta plasticidad, pero en momentos clave, falló, en determinados instantes, con compañeros específicos, se perdía irremediablemente.
ocurrió sobre todo cuando el aikidoka se enfrentó a un aprendiz que asistía a su segunda clase. se podría decir que ese corpulento señor de rasgos orientales sabía básicamente lo mismo que sabe el aikidoka, pero de todas formas el aikdioka intentó, humildemente, guiarlo en la técnica, la cual, para colmo de males, no la conocía.
y estaba en eso, intentando explicar una técnica que nunca antes había realizado, cuando sorpresivamente un sempai (no el que estaba ofreciendo la práctica) se acercó y conminó al aikidoka a callarse. "practica, hombre, practica", le dijo en un tono que incomodó de sobremanera al aikidoka. y no sólo lo incomodó sino que lo puso ante una encrucijada ¿cómo se hace para explicar una técnica a una persona que lleva dos clases, sin hablarle? por lo demás, resulta habitual escucha hablar a algunos practicantes, que guían a otros en determinadas técnicas (de hecho al aikidoka algunos compañeros le han hablado bastante). pero en fin.
el aikidoka no sabría definir de mejor manera la práctica más que como una práctica típica de sábado. húmeda, con altibajos y tropezones. una buena práctica, sin lugar a dudas, pero el aprendiz ya anhela su práctica de lunes por la mañana.
en el diario mural del dojo está por el reverso el afiche del seminario que dictó el amable sensei venido del norte. la idea es que quienes asistieron al seminario, le escriban algo a sensei, para luego enviarle el afiche.
el aikidoka no ha escrito nada aún (ni siquiera sabe si el afiche estará ahí el lunes), pero le gustaría escribir algo como esto:
recuerdo que el primer día dijiste que te bastaba con que aprendiéramos una sola cosa. y yo creo que aprendí una cosa: el flujo.
ahora la monumental tarea que me queda por delante, es cómo logro transmitir a mi cuerpo, ese concepto que tengo tan perfectamente delineado en mi cabeza.
por suerte quedaron más preguntas que respuestas.
respeto y gratitud