como es habitual, esta mañana el aikidoka llegó con algunos minutos de anticipación al dojo, lo que le permitió precalentar solo sobre el tatami durante varios minutos. ¿y a qué se dedicó el aikidoka durante ese lapso? a practicar mae ukemi.
era la primera vez que el aikidoka precalentaba rodando hacia adelante (era una idea que venía rumiando desde hace algunos días). y coincidió (aunque el aikidoka es de aquellos que no creen en las coincidencias) que en la práctica de esta mañana la mayor cantidad de los ejercicios que se desarrollaron, terminaban con uke en mae ukemi.
muy bien le vino ese precalientamiento al aikidoka, cuyos pies al parecer ya están terminando de cicatrizar y su nuevo gi está empezando a amoldarse a su cuerpo.
hoy, por ejemplo, esa fue una de las cosas que el aikidoka disfrutó con entusiasmo durante el precalentamiento dirigido por el sensei: el sonido que hacía el grueso género de su gi al mover los brazos y en general el tren superior de su cuerpo.
se trató de una práctica exigente, en la que el aikidoka debió desplegar técnicas que nunca había desarrollado. quizás por ese motivo fue que el sensei debió corregirlo en reiteradas oportunidades.
al final de la práctica, el sensei ordenó randori. el desempeño del aikidoka durante la práctica fue por decir lo menos discreto. pero durante randori, fue particularmente bajo.
terminada la práctica, mientras el aikidoka barría el tatami, volvió a valorar ese ejercicio. porque de eso se trata. es un acto de humildad, generosidad y respeto, pero también es un ejercicio que hasta hoy, el aikidoka desarrollaba con los brazos tiezos, inflingiendo fuerza innecesaria sobre el bastón de la escoba.