en este momento el aikidoka agacha la cabeza y reconoce, con cierto grado de vergüenza pero con igual dignidad, que seiza no es un tema superado.
terminó por resignarse a ello en la práctica de ayer por la mañana.
eso sí, el aikidoka jamás ha mentido en cuanto a su relacion con seiza. efectivamente despues de la para por el desgarro, se encontro sorpresivamente con que seiza resultaba ya una posicion (la minima en el rango de posiciones. la más básica. la primera) superada, en la que habia encontrado comodidad y equilibrio. sin embargo con el correr de las practicas, esa sensacion se ha ido diluyendo, y contrariamente a lo que cualquier persona podria haber esperado, los musculos y tendones de sus empeines y de la parte posterior de sus tobillos, se han ido enrigidizando, cada vez mas. ni siquiera han terminado de cicatrizar las heridas que causo en sus pies el tatami frio de hace algunas semanas.
la practica de ayer, bajo un cielo lluvioso, ayudo a comprobarlo, pero no impidio que el aikidoka disfrutara de una bella practica, durane la cual el aikidoka siente (aunque no podría especificar por qué), que desarrolló una buena práctica, en la que consiguió a su manera de abrir los espacios, a soltar su cuerpo, a fijar la atencion (jamas la tension) en el triangulo el cuadrado y el circulo.
en este momento el aikidoka se mantiene expectante a la práctica de mañana.