julio 31, 2006

sólo el sempai y el aikidoka dieron vida al dojo esta mañana. una mañana muy fría, que fue rápidamente templada con ejercicios enérgicos pero relajados (en la medida de lo posible).

la práctica de hoy estuvo centrada en trabajo con el jo, el cual fue utilizado primero en una durante el precalentamiento y luego en la práctica propiamente tal.

el bastón de madera fue utilizado para realizar algunas variantes de tenchi nage. en una primera técnica de contención y luego en técnicas de proyección.

a pesar de ser sólo dos personas sobre el tatami, la entrega tanto del sempai como del aikidoka, iluminaron y dieron vida al dojo, lo habitaron y lo llenaron en sus más recónditos insterticios.

finalizada la práctica el aikidoka entabló una animada charla con el sempai sobre algunos aspectos del aikidoka que ocurren fuera del tatami. fue una amena y plácida charla. adjetivos que podríam utilizarse igualmente para definir a la práctica de esta mañana, que como ya fue dicho, fue una fría mañana, mucho más allá de las apariencias.

julio 29, 2006

impensado resultó para el aikidoka comprobar, apenas arribó al dojo, pocos minutos antes de la práctica, que al contrario de otros sábado, el tatami estaba despejado. prácticamente vacío.

y así, impulsado por una dosis de aplomo poco habitual en él, saltó al tatami, saludó a o sensei, tomó un bokken y alcanzó a hacer al menos unos cincuenta cortes (veinticinco por cada lado).

de acuerdo, no es nada realmente impresionante (sobre todo tomando en cuenta la imprecisión de la técnica). pero sí lo fue para el aikidoka, que daba absolutamente por descontada esa posibilidad.

el aprendiz dejó el bokken cuando vio a otros practicantes sobre el tatami.

la práctica la entregó un sempai, porque sensei se encuentra fuera de santiago (claro que eso es algo de lo que el aikidoka se enteró al final).


la práctica en sí fue bastante extraña. el aikidoka se movió con cierta plasticidad, pero en momentos clave, falló, en determinados instantes, con compañeros específicos, se perdía irremediablemente.

ocurrió sobre todo cuando el aikidoka se enfrentó a un aprendiz que asistía a su segunda clase. se podría decir que ese corpulento señor de rasgos orientales sabía básicamente lo mismo que sabe el aikidoka, pero de todas formas el aikdioka intentó, humildemente, guiarlo en la técnica, la cual, para colmo de males, no la conocía.

y estaba en eso, intentando explicar una técnica que nunca antes había realizado, cuando sorpresivamente un sempai (no el que estaba ofreciendo la práctica) se acercó y conminó al aikidoka a callarse. "practica, hombre, practica", le dijo en un tono que incomodó de sobremanera al aikidoka. y no sólo lo incomodó sino que lo puso ante una encrucijada ¿cómo se hace para explicar una técnica a una persona que lleva dos clases, sin hablarle? por lo demás, resulta habitual escucha hablar a algunos practicantes, que guían a otros en determinadas técnicas (de hecho al aikidoka algunos compañeros le han hablado bastante). pero en fin.


el aikidoka no sabría definir de mejor manera la práctica más que como una práctica típica de sábado. húmeda, con altibajos y tropezones. una buena práctica, sin lugar a dudas, pero el aprendiz ya anhela su práctica de lunes por la mañana.


en el diario mural del dojo está por el reverso el afiche del seminario que dictó el amable sensei venido del norte. la idea es que quienes asistieron al seminario, le escriban algo a sensei, para luego enviarle el afiche.


el aikidoka no ha escrito nada aún (ni siquiera sabe si el afiche estará ahí el lunes), pero le gustaría escribir algo como esto:

recuerdo que el primer día dijiste que te bastaba con que aprendiéramos una sola cosa. y yo creo que aprendí una cosa: el flujo.
ahora la monumental tarea que me queda por delante, es cómo logro transmitir a mi cuerpo, ese concepto que tengo tan perfectamente delineado en mi cabeza.
por suerte quedaron más preguntas que respuestas.
respeto y gratitud

julio 28, 2006

esta mañana el aikidoka tuvo un despertar convulsionado: soñó que estaba a oscuras, hospitalizado (pero no de gravedad) en un hospital de campaña, en medio de una guerra ignota. de pronto, un hombre alto, con sombrero, entró a la habitación. a pesar de que no se veía su rostro, sino sólo su figura recortada en las sombras, su presencia era perturbadora y amenazante. cuando el hombre estaba a punto de encender la luz, el aikidoka despertó dando un alarido. claro, no se trataba de una imagen de temer, pero ese hombre en las sombras, había logrado inquietar al aikidoka.

sin embargo, fue gracias a esa pesadilla encriptada, que el aikidoka se dio cuenta de que había ignorado el despertador y que estaba atrasado para la práctica.

después de un par de minutos de masticar su decepción, pensando que había perdido una nueva práctica, el aikidoka calculó que si se apuraba, alcanzaba a llegar al dojo a una hora prudente.

y así lo hizo. saltó de la cama, se enfundó en su gi, montó en su automóvil y atravesó raudo (a una velocidad a todas luces imprudente) las heladas calles de la ciudad.

finalmente el aikidoka arribó al dojo sólo algunos minutos después de que el sempai había comenzado el precalentamiento (hacía mucho rato se había esfumado su intención de practicar con el bokken antes de la práctica misma).

pero a pesar de que el atraso no fue determinante en términos de tiempo, sí lo fue en términos de concentración, en el sentido de que al aikidoka le costó muchísimo compenetrarse con la práctica.

aún así, se entregó por entero (como es habitual) en los ejercicios que estuvieron centrados en ikkyo, tanto con el choto, como a manos limpias.

al final de la práctica, el aikidoka se sintió complacido de haber hecho el esfuerzo de llegar (y de haber llegado). en cierta forma y a medida que avanza la mañana, el aprendiz se siente agradecido de esa pesadilla.

julio 26, 2006

una lluvia incesante se dejaba caer sobre la ciudad cuando el aikidoka arribó al dojo. esta vez el aikidoka tuvo la posibilidad de practicar con el bokken (corte diagonal desde los dos lados) antes de la práctica.

el aikidoka se puso a tirar cortes (con irregular efectividad, todos bajo el rango de lo aceptable) frente a una de las ventanas del dojo, de manera de utilizar su reflejo como virtual oponente y así intentar dar el corte en diagonal a la altura del cuello.


sin embargo, al rato de haber comenzado, el sempai (que también practicaba con el bokken a unos metros del aikidoka), le hizo ver que debía trabajar orientado hacia la kamiza, donde está la imagen de o sensei.

no fue la única observación que hizo el sempai al aikidoka esta mañana. el resto, eso sí, fueron una vez abierta la práctica, y tuvieron que ver con elementos básicos como por ejemplo que en un ejercicio en el que se debía dar un paso hacia adelante, el aikidoka se empeñaba en darlo hacia atrás.

las otras observaciones tuvieron que ver con la ya habitual falta de flexibilidad del aikidoka y con cierta lentitud para reaccionar.

sin embargo, a pesar de todo ello y a pesar de todas las dificultades con las el aikidoka se ha encontrado en este camino (y con todas las dificultades con que de seguro se seguirá encontrando) el aikidoka siente que lentamente comienza a conectarse con su centro. se trata todavía de una conexión tenue, lejana, casi una intuición, pero es una conexión después de todo.


aún llueve sobre la ciudad y al aikidoka aún siente en sus antebrazos el breve pero intenso trabajo con el bokken.

julio 24, 2006

sólo el aikidoka y el sempai abrieron la práctica de esta mañana. dada la circunstancia, el sempai decidió empezar con el bokken, arma que como ya ha sido mencionado en ocasiones anteriores, es de especial gusto del aikidoka.

claro que el hecho de que el aikidoka guste de esta arma, no significa en absoluto que la domine. todo lo contrario. el arma desnuda al aikidoka en su precariedad.

eso no impidió que el eterno practicante dejara caer al menos un centenar de veces el sable de madera de arriba a abajo en corte diagonal.

más tarde, cuando se hubo sumado un tercer aikidoka a la práctica, el sempai los hizo enfrentarse con y sin bokken. más tarde con choto.

fue durante el trabajo con choto que el sempai comentó que el aikidoka realizaba mejor algunos ejercicios con choto que a manos limpias.

en otro momento, mientras miraba enfrentarse al sempai y su compañero, el aikidoka comprendió que la flexibilidad de uke no sólo es importante para protegerse a sí mismo, sino porque además le hace más difícil la labor de nage, y por ende, lo exige más.

el aikidoka comprendió también que si esos sables y cuchillos largos hubieran sido de acero (y no de madera, como son realmente), el aikidoka habría salido desmembrado de la práctica. de paso le habría quitado un par de lonjas (y quizás un ojo) a su compañero y al sempai (no por velocidad ni agilidad, sino por torpeza, demás está decirlo).

pero nada de eso ocurrió. y el aikidoka salió íntegro y pleno del dojo, bajo un cielo oscuro, cargado de nubes. tantas, que daba la impresión de que aún no hubiera amanecido.

julio 22, 2006

al igual que la de ayer, la práctica de esta mañana estuvo centrada en iriminage. y hoy, al igual que en la de ayer, el aikidoka salió sintiendo que mientras más practica, menos aprende.

fue un práctica intensa en su aparente placidez.

hoy el aikidoka debió enfrentar con su habitual torpeza a varios compañeros. todos, por supuesto, muy distintos unos de otros.

frente a todos ellos el aikidoka sólo mostró chispazos de concentración y certeza. a todos los practicantes les quedó medianamente clara la rigidez con que el aikidoka realiza los ejercicios (sobre todo al sensei, quien se lo ha hecho ver en reiteradas oportunidades).

hoy el aikidoka enfrentó a un compañero que, según puede intuir, es una máquina de combate. el aikidoka no tienes dudas de que ese practicante debe conocer en profundidad técnicas de otras artes marciales. se trata de un practicante que en ningún ejercicio pierde de vista el pragmatismo, el aikido en función de la lucha.

y el aikidoka debe reconocer que le agrada trabajar con ese compañero que si quisiera podría partir en dos mitades al aikidoka con un par de movimientos de sus poderosos brazos, pero que con notable solaridad y generosidad, guía al aikidoka (en la medida que puede) por los enigmáticos senderos de la lucha, respetando el protocolo del aikido.

siguiendo con su cadena de rígida torpeza, en otro momento de la práctica el aikidoka golpeó con el antebrazo el mentón de la dama con la que estaba practicando. fue un golpe leve, pero que no dejó de incomodar a su distinguida compañera, quien aconsejó: "quizás si lo hicieras más relajado...", dejando una vez más al descubierto la escasa plasticidad del aikidoka.


de todas formas, no hay práctica que no sea buena. incluso las que han sido derechamente malas. la de hoy fue una buena práctica.

pasando a otro flanco, desde hace un par de días que el aikidoka siente dolor en músculos que nunca antes había sentido (o no recuerda haberlo hecho).

el aikidoka pensaba que ese sería un asunto con el que debería lidiar las primeras semanas y que pronto sería una etapa superada hace meses, pero con el tiempo el aikidoka se ha ido dando cuenta de que no existen los obstáculos superados en este camino. todos está por superar.

julio 21, 2006

como es habitual, esta mañana el aikidoka llegó con algunos minutos de anticipación al dojo, lo que le permitió precalentar solo sobre el tatami durante varios minutos. ¿y a qué se dedicó el aikidoka durante ese lapso? a practicar mae ukemi.

era la primera vez que el aikidoka precalentaba rodando hacia adelante (era una idea que venía rumiando desde hace algunos días). y coincidió (aunque el aikidoka es de aquellos que no creen en las coincidencias) que en la práctica de esta mañana la mayor cantidad de los ejercicios que se desarrollaron, terminaban con uke en mae ukemi.

muy bien le vino ese precalientamiento al aikidoka, cuyos pies al parecer ya están terminando de cicatrizar y su nuevo gi está empezando a amoldarse a su cuerpo.

hoy, por ejemplo, esa fue una de las cosas que el aikidoka disfrutó con entusiasmo durante el precalentamiento dirigido por el sensei: el sonido que hacía el grueso género de su gi al mover los brazos y en general el tren superior de su cuerpo.

se trató de una práctica exigente, en la que el aikidoka debió desplegar técnicas que nunca había desarrollado. quizás por ese motivo fue que el sensei debió corregirlo en reiteradas oportunidades.

al final de la práctica, el sensei ordenó randori. el desempeño del aikidoka durante la práctica fue por decir lo menos discreto. pero durante randori, fue particularmente bajo.

terminada la práctica, mientras el aikidoka barría el tatami, volvió a valorar ese ejercicio. porque de eso se trata. es un acto de humildad, generosidad y respeto, pero también es un ejercicio que hasta hoy, el aikidoka desarrollaba con los brazos tiezos, inflingiendo fuerza innecesaria sobre el bastón de la escoba.el aikidoka que para barrer hay que aplicar las mismas enseñanzas que dejó el sensei extranjero (que ya debe haber arribado a su hogar), hombros relajados, brazos y manos sueltas, mínimo contacto de las manos con la madera y movimiento fluídos.

julio 19, 2006

por razones de índole estrictamente personal, el aikidoka no pudo asistir a la práctica de esta mañana.

julio 17, 2006

tres aikidokas y el sempai asistieron a la práctica de esta mañana. sólo el aikidoka y el sempai llegaron hasta el final. diversos motivos (los cuales el aikidoka desconoce) hicieron que los otros dos dejaran la práctica antes del fin.

fue una grata práctica, en la que el aikidoka aprendió algo esencial. y esto es que cuando el sempai le decía al aikidoka que había que caminar sobre el tatami (cuando uke estaba entrando en un ataque), lo que el sempai le estaba pidiendo al aikidoka era efectivamente que caminara, como se camina en la calle como un ciudadano normal, y no que diera esos saltitos torpes y ridículos que daba el aikidoka intentando ser certero.

fue un práctica en la que se abordó (o se intentó abordar) el concepto de la línea del cuerpo. de extender esa línea para conseguir el desequilibrio. la cabeza o el pensamiento no debe estar en el punto de contacto, sino extenderse a lo largo de todo el cuerpo.

además el sempai hizo especial énfasis en el permanente estado de alerta en que debe estar uke. siempre atento y perceptivo.

se podría decir sin temor a equivocarse, que el aikidoka dio tumbos la mayor parte de la práctica. sólo al final, quizás los diez minutos finales, el aikidoka hizo un papel digno. pero no más que eso.

en todo caso ¿qué más se le podría pedir al eterno aprendiz?

julio 14, 2006

"esto es todo lo que puedo enseñarles" dijo el sensei esta mañana. y cualquiera podría imaginar que estaba desplegando una técnica complejísima o alguna elongación inhumana o movimientos veloces. pero no. el sensei simplemente estaba de pie, con los brazos levemente abiertos, abriéndolos y bajándolos lentamente y posando la mirada en cada rincón del dojo.

"todas las técnicas nacen aquí", decía el sensei sin dejar de realizar esos casi imperceptibles movimientos que aparentaban no requerir mayor esfuerzo. el enigma, como siempre, se manifestaba allí: en la noción del centro, en la toma de control del hara.

esta vez no se trataba del sensei residente (que dicho sea de paso hoy no participó de la práctica, y lucía un ojo en tinta producto de un talonazo accidental durante práctica anterior), sino del sensei venido del extranjero, que tras un breve viaje volvió al dojo local. de esta forma, sin imaginarlo, el aikidoka (junto al resto de los aikidokas) tuvo el privilegio de ponerse nuevamente bajos sus órdenes.

curiosamente, a partir del seminario impartido por este sensei, las prácticas matutinas han estado bastante concurridas. lo cual, lejos de molestarle, estimulan al aikidoka, puesto que, como ya ha sido dicho en un par de ocasiones, le inyectan diversidad a la práctica, pero sin alcanzar las aglomeraciones que se producen en las prácticas vespertinas.

la de hoy fue una práctica quizás no tan intensa en términos físicos, pero que sí dejó enormes desafíos. desafíos que se podrían tildar como "los mismos de siempre" (el centro, la vista, plantarse bien en el tatami, mantenerse relajado). pero si bien son conceptos que el aikidoka logra internalizar fácilmente en su cabeza, sabe también que probablemente nunca consiga aplicarlos con total propiedad.

julio 12, 2006

se había propuesto que ni el viento, ni el frío ni la lluvia impedirían que faltara a una práctica.
pero hoy no fue nada de eso, sino el sueño (o quizás una mezcla de todo lo anterior), lo que impidió que el aikidoka asistiera a la práctica de esta mañana.

julio 10, 2006

una mañana compleja para el aikidoka. en buena medida porque le resultó muy difícil salir de la cama. llegó dormido al dojo, pero una vez sobre el tatami, el aikidoka abrió (o intentó abrir lo más posible) todos sus sentidos para entregarse por entero a una nueva práctica.
sin embargo, sería poco veraz afirmar que el aikidoka realizó una buena práctica.
enfrentado a movimientos a los que nunca se había enfrentado, el aikidoka dudó, titubeó, lo hizo mal. en más de alguna ocasión provocó un bufido de aburrimiento en uke.
en determinado momento el sempai pidió trabajar con bokken.
al aikidoka es un arma que le resulta particularmente atractiva. sabe, sin embargo, que jamás llegará a resolver su enigma.

julio 09, 2006

en este momento el aikidoka agacha la cabeza y reconoce, con cierto grado de vergüenza pero con igual dignidad, que seiza no es un tema superado.
terminó por resignarse a ello en la práctica de ayer por la mañana.
eso sí, el aikidoka jamás ha mentido en cuanto a su relacion con seiza. efectivamente despues de la para por el desgarro, se encontro sorpresivamente con que seiza resultaba ya una posicion (la minima en el rango de posiciones. la más básica. la primera) superada, en la que habia encontrado comodidad y equilibrio. sin embargo con el correr de las practicas, esa sensacion se ha ido diluyendo, y contrariamente a lo que cualquier persona podria haber esperado, los musculos y tendones de sus empeines y de la parte posterior de sus tobillos, se han ido enrigidizando, cada vez mas. ni siquiera han terminado de cicatrizar las heridas que causo en sus pies el tatami frio de hace algunas semanas.
la practica de ayer, bajo un cielo lluvioso, ayudo a comprobarlo, pero no impidio que el aikidoka disfrutara de una bella practica, durane la cual el aikidoka siente (aunque no podría especificar por qué), que desarrolló una buena práctica, en la que consiguió a su manera de abrir los espacios, a soltar su cuerpo, a fijar la atencion (jamas la tension) en el triangulo el cuadrado y el circulo.
en este momento el aikidoka se mantiene expectante a la práctica de mañana.

julio 07, 2006

mañana lluviosa en la ciudad.

a pesar de eso, y a diferencia de las dos primeras prácticas de esta semana, la de esta mañana fue una práctica bastante concurrida (al menos para el promedio de las prácticas matutinas). además se hicieron presentes varios practicantes con los que el aikidoka se había encontrado sólo en las prácticas de la tarde y de los sábado. esto le inyectó una siempre bienvenida dosis de diversidad y dinamismo a la práctica.

se trató de una práctica de mediana intensidad, en la que se exploró el espacio y el vacío. en la que se dejaba entrar a uke, para luego replegarlo, percibiendo la fuerza que se ejercía en el contacto.

el aikidoka debió ser corregido en un par de oportunidades por el sensei.

en una, el sensei le señaló al aikidoka que estaba haciendo un ejercicio completamente al revés. le hizo ver que una pequeña modificación en la postura y el movimiento del pie de apoyo, transformaba completamente la acción de proyectar a uke (girando y poniendo una rodilla sobre el tatami. la rodilla correspondiente al brazo que había sido tomado por la muñeca).

la segunda correción se refirió a señalar lo rígido que estaban los hombros del aikidoka en determinados momentos. y pensar que el aikidoka hace enormes esfuerzos por buscar la relajación durante la práctica. esfuerzos que, claramente, no están dando resultados.

el aikidoka comprendió esta mañana que no existe la rutina. que lo que en apariencia puede percibirse como similar, siempre tiene un cambio, una inflexión que hace a cada práctica, una experiencia completamente distinta de la otra.

cuando salió del dojo, el aikidoka miró hacia el cielo y vio claros azules de una profundidad sorprendente.

la próxima vez espera permanecer un tiempo más sobre el tatami para desarrollar atokeiko.

julio 05, 2006

antes de referirse a la práctica de esta mañana, el aikidoka quisiera hacer mención a la práctica del lunes. la primera tras el seminario del fin de semana.

a la práctica del lunes sólo asistieron dos practicantes (entre los que se contaba al aikidoka) y el sempai. fue una práctica distinta, en la que el aikidoka estrenaba un nuevo gi.

pero no fue distinta sólo por eso, sino porque tal como lo dijo el sempai, el paso por el dojo del sensei extranjero, dejaba tareas importantes, de las que el sempai se hacía cargo como un aprendiz más.


tras el paso del poderoso sensei por el dojo, todos vuelven a ser un poco aprendices. todos han comprendido que mientras más se aprende, menos se sabe.


la práctica de hoy confirmó esta apreciación del aikidoka. se trató de una práctica algo más concurrida que la del lunes, pero tampoco demasiado (sólo cinco practicantes).


la práctica también incluyó el uso de armas y se centró en movimientos que si bien conocía, el aikidoka sintió que los aplicó de manera distinta. desplegando mayor efectividad.


nada será igual tras el paso del sensei extranjero por el dojo.

julio 03, 2006

hace sólo unas horas concluyó una nueva práctica matutina para el aikidoka. pero sería de una necedad absoluta referirse a la práctica de hoy, sin antes referirse a la magnífica experiencia vivida por el aikidoka durante el seminario del fin de semana.

fueron en total cinco prácticas de dos horas cada una en la que el carismático sensei extranjero (que recorre el mundo impartiendo sus conocimientos) se entregó por entero intentando desentrañar los misterios insondables del aikido.

los conceptos básicos sobre los cuales estuvieron centradas la totalidad de las prácticas fueron básicamente dos:

- la estrecha conexión que debe establecer cualquier aikidoka con su hara. el centro, el centro, el centro. "el centro es lo más importante", debe haber repetido un centenar de veces el risueño sensei. un concepto que puede sonar sencillo a los oídos, pero que esconde enormes dificultades a la hora de captarlo.

- la esencia del aikido no se basa en el punto de contacto entre uke y nage (las manos, los antebrazos o el bokken, por ejemplo), como sería lógico pensar, sino en el espacio que se genera entre ambos. un espacio que debe abrirse, extenderse lo más posible, abrirse a la inmensidad del dojo y mucho más allá. un espacio que puede cortarse o convertirse en vacío cuando nage así lo determine.

el sensei habló también de la importancia de mantenerse constantemente relajado durante toda la práctica. alerta pero relajado. los hombros y los brazos sueltos, los pies bien plantados sobre el tatami, las rodillas levemente flectadas, y los ojos bien abiertos, en visión panorámica. es importantísimo para cualquier aikidoka tener conciencia de su entorno.

sin embargo, a pesar de que durante todas la prácticas el sensei derrochó alegría y se vivió sobre el tatami un ambiente de alegría y camaradería, el aikidoka no puede dejar de reparar en algunos aspectos no tan felices.

como por ejemplo el hecho de haber protagonizado la más ridícula y estrepitosa caída de todo el seminario, cuando todos los practicantes debieron saltar sobre una aikidoka sostenida por sus hombros y pies por otros dos aikodokas. uno a uno fueron sorteando todos el obstáculo humano con una voltereta, sin problemas. hasta que llegó el turno del aikidoka. todas las miradas estaban centradas en él (como lo estuvieron sobre el resto de los practicantes) y quizás fue esa presión (o su indescriptible ineptitud), lo que hizo que el aikidoka diera un salto horrible y cayera con la espalda paralela al tatami, dándose un duro golpe, provocando los oooohhhhh y algunas risas por parte del resto de los asistentes al seminario.

cabe consignar aquí, que en la última práctica el aikidoka tuvo un desempeño lamentable. se le vio totalmente ido, desconcentrado, descordinado, fuera de sí. la que debió haber sido la mejor práctica (la sesión final), fue una práctica nefasta, una práctica que el aikidoka preferiría olvidar para siempre. o quizás recordar para siempre, para así evitar caer en el mismo error (error que el aikidoka tiene muy claro, pero que no está dispuesto a reconocer).

aparte de eso, durante el seminario el aikidoka comprendió que a la hora de los quihubos, algunos (sólo algunos) aikidokas de mayor rango, caen presa del ego y la soberbia y se comportan de manera displicente hacia los practicantes novatos. pero esa es quizás una impresión errada del aikidoka, quien, en ciertas ocasiones, tiende a tergiversar la realidad.

por último, algunas reflexiones:

el sensei dijo que había que para conseguir algo en el aikido, hay que trabajar muy duro (y el aikidoka trabaja muy duro), dijo que había que sudar mucho (y el aikidoka suda como caballo de feria en cada práctica), dijo también que había que equivocarse mucho (y el aikidoka lo único que hace es equivocarse. una y otra vez).

esto podría hacer pensar que quizás algún día el aikidoka pueda llegar a convertirse en un digno representante de este hermosa disciplina. sin embargo, finalizado el seminario, el aikidoka comprendió que por más que se esfuerce (y a pesar de que seguirá esforzándose) nunca será capaz de rozar este arte.

julio 01, 2006

esta tarde (la de ayer, si se toma en cuenta la hora de publicación) el aikidoka asistio a la primera practica correspondiente al seminario que ha venido a dar el sensei proveniente del extranjero.
sin lugar a dudas una magnífica práctica (demasiado concurrida, quizás) en la que el sensei ha irradiado sabiduria, generosidad, humildad y potencia en iguales proporciones.
sensei desarrolló la práctica sobre dos conceptos fundamentales: el espacio que se genera entre uke y nage (los momentos en los que ese espacio se abre y se cierra y se vuelve a abrir para luego cerrarse nuevamente). es en ese espacio donde esta pasando todo, y yo quiero ver lo que pasa ahi, dijo sensei.
el segundo concepto que intentó inculcar, es en la ya legendaria noción del centro. centro centro centro. volveremos sobre ello constantemente.
el movimiento que más le llamó la atención al aikidoka fue aquel en el que nage, tomado por la muñeca por uke, se sienta y lleva su codo (el del brazo que ha sido tomado por uke) a su ombligo. a su centro. y luego explota con los brazos hacia el cielo.
pero no se trata de un baile, como muy bien dijo el sensei (esto no es un baile, señalo enfatico). hay mucha energia concentrada alli.
de todas maneras, se refirio a lo importante que era estar lo mas relajado posible tanto en uke como en nage.
hacia el final de la práctica el sensei dijo que le bastaba con que al final de estas cinco prácticas consecutivas, los asistentes al seminario aprendieran una sola cosa.
el aikidoka pondrá todo de su parte para lograr ese objetivo.