diciembre 11, 2006

debido a la importante falta de sueño que ha sufrido el aikidoka durante los últimos días, esta mañana el aprendiz arribó tarde al dojo y debió esperar la señal del sempai para poder acceder al tatami e incorporarse al precalentamiento.

mientras estaba en eso, sentado, alternando movimientos circulares en sus tobillos, un insecto verde se posó sobra una de sus piernas. después de transitar algunos segundos sobre el género de su keiko gi, emprendió vuelo.

al igual que en la práctica del miércoles pasado, hoy el sempai escogió a el aikidoka para demostrar la primera técnica a realizar. la diferencia fue que en esta jornada, el sempai escogió a el aikidoka para ejemplificar todas las técnicas de la práctica, lo cual no sólo significó un mayor desgaste físico del aprendiz (desgaste que aún está sintiendo), sino que además le inyectó una interesante dosis de confianza a la práctica del aprendiz, la cual comenzó con trabajo en suwari waza.

a partir de chomen uchi, nage debía elevar el ataque, aprovechar el envión de nage para elevarlo, buscando hacerlo perder su centro. tal como lo explicó sempai, era como realizar ikkio, pero sin llevarlo a cabo hasta el final.

en el ejercicio siguiente, se realizó la misma técnica, pero en esta oportunidad, una vez conseguido desestabilizar a uke elevando su ataque, se debía "simplemente" girar la cadera, para derribar a uke.

seguramente fue debido al largo tiempo que el aprendiz se mantuvo alejado del tatami que uno de los dedos de su pie terminó sangrando tras los ejercicios en suwari waza debido a la fricción con una de las costuras del tatami. esto no impidió que el aikidoka se volcara por entero al keiko.

al trasladar los ejericios mencionados a tachi waza, nage absorvía el ataque a la cabeza entrando primero en el espacio de uke con irimi, para luego proyectar a uke realizando ten kan.

sempai procedió luego a variar el ejercicio primero modificando el ataque. de chomen pasó a tsuki y entonces nage debía realizar irimi y luego kaiten, ya no proyectando a uke, sino simplemente dejándolo pasar. al punto de que en determinado momento sempai indicó a nage realizar el ejercicio con las manos atrás y seguía funcionando.

fue una práctica intensa, con toda seguridad la más intensa desde que regresó al dojo y el aikidoka se siente hondamente gratificado. sin duda valió la pena el esfuerzo que hizo para desenredarse de las sábanas.