hoy asistieron a la práctica dos integrantes del dojo que vienen llegando de un mes de prácticas en japón.
el aikidoka desconoce el lugar y las actividades específicas que realizaron el sensei y los practicantes en tierras tan lejanas, pero no le cabe duda de que debió haber sido una estadía muy provechosa.
esta mañana, en momentos previos a la práctica, mientras se ajustaba su gi en el camarín, el aikidoka alcanzó a escuchar algunas cosas dichas por uno de los practicantes recién llegados. cosas que al aikidoka le llamaron profundamente la atención:
- en japón el sensei y los aikidokas se sometieron a un ritmo intensísimo de prácticas. dos diarias, cada una de las cuales duraba más de dos horas.
- la práctica de los sábado empezaba a las seis de la mañana.
- en japón los tatamis no son acolchados, sino duros. como cualquier pedazo de suelo.
sin necesidad de experimentarlo, el aikidoka sufrió pensando en susincómodas caídas, pensó en sus rodillas, pero pensó sobre todo en sus empeines, y se preguntó seriamente si soportaría el rigor de la práctica en condiciones literalmente tan duras.
el aikidoka sintió alivio de, al menos por ahora, no estar en japón y disfrutó del tatami acolchado y cálido (a pesar del frío) del que dispone en este acogedor dojo en este rincón del planeta.
con respecto a la práctica en sí misma, esta se enriqueció con la presencia de los aikidokas recién llegados (uno de ellos un sempai).
hoy abrieron elongando el cuerpo con taynoeuka, para luego aplicar yakohamnin katadori en el ataque y kokyunage, iriminage y kotegeyshi en defensa.
el aikidoka tuvo un desmpeño dispar. si bien fue capaz de aguantar el ritmo intenso que por momentos alcanzó la práctica, en la mayoría de los ejercicios dudó y debió pensar, lo cual no siempre es conveniente.
a tanto llegó la complicación sufridad por el aikidoka, que en un momento sufrió una torpe caída, al enredar uno de los dedos del pie en el pantalón de su gi. cayó al suelo de rodillas, inerme, sin defensa, absolutamente despojado, ridículo, generando la risa bienintencionada de uke.
más allá de eso, fue una práctica interesante. sobre todo por el hecho de que con la llegada de la delegación que estaba en japón, las prácticas matutinas serán de ahora en adelante más concurridas, y lo mejor de todo, por aikidokas con mayor experiencia y con conocimientos y enseñanzas frescas recién llegadas de oriente.