eran sólo tres somnolientos aprendices esta madrugada. tres samuráis matutinos, como les llamó bromeando el sempai.
el aikidoka se encontraba absolutamente desvelado. se había despertado a eso de las cuatro de la mañana (según recuerda sin motivo alguno) y de ahí no pudo volver a pegar los párpados. no le quedó más que esperar que sonara el despertador. y eso hizo.
apenas sonó la alarma el aikidoka se deslizó sigilozamente de la cama, intentando no alterar la quietud familiar (intento que resultó vano, ya que hizo más ruido que de costumbre al salir de casa).
y más tarde, tres somnolientos aprendices, realizando el precalentamiento al amanecer.
la clave de hoy fue irimi tenkan, y el juego de giros relacionados con ese movimiento.
hoy el ataque consistió en katate dori gyaku hamni, en el que uke toma con fuerza la muñeca de nage como si estuviera frente a un espejo (es decir, si uke usa su brazo derecho, toma el izquierdo de nage y al revés). aihamni es la misma tomada pero a la muñeca contraria.
para la defensa el sempai ordenó shihonage, iriminage y sankyo
en la práctica de hoy el aikidoka aprendió que con un sutil movimiento del tren inferior de su cuerpo, se puede generar un potente movimiento en el tren superior.
además, al aikidoka le llamó la atención que hacia el final de la práctica se realizara un ejercicio en el que tras recibir la contención con iriminage, antes de llegar al suelo, uke da vuelta la situación y se transforma en nage para someterlo con sankyo.
el aikidoka hizo esta observación al sempai, quien le aclaró que uke siempre podía (y debía) intentar ser nage.
fue una buena práctica para el aikidoka. gracias a que eran sólo tres somnolientos practicantes, el sempai pudo profundizar los ejercicioes con cada uno de los practicantes, lo cual el desvelado aikidoka agradeció profundamente.