esta mañana, mientras esperaba que llegara el sempai a abrir el dojo, el aikidoka pudo notar con total claridad que está empezando a amanecer más temprano, descubrimiento que le produjo una placentera sensación de calor en el pecho, calor que no fue suficiente para hacer entrar en calor al aikidoka en una mañana en la que el frío era como un puñal afilado. quizás fue por eso (o quizás no), que tras el precalientamiento, el sempai decidió iniciar la práctica con shotoo.
la técnica en la que se centró la práctica de esta mañana fue kotegaechi. utilizando primero el choto (como una extensión del brazo) para luego realizar la misma técnica (y algunas de sus variantes), inermes.
se realizaron tres o cuatro variantes de kotegaechi, alternándo el sempai indistintamente con los dos practicantes. hacia el final de la práctica, el sempai ordenó randori con quince entradas de dos ukes para un nage.
el aikidoka desarrolló una práctica regular, pero en randori estuvo particularmente bajo. si bien alerta y rápido en sus reacciones, se le vio falto de ideas, y no fue más allá de dos o tres variantes pobremente realizadas.
sólo dos aprendices y el sempai asistieron hoy al dojo. pero el rigor y la entrega que cada uno de ellos entregó a la práctica, fue suficiente para iluminar al dojo en una mañana luminosa, aunque, como ya fue dicho, muy, pero muy fría.