antes de que se abriera la práctica, el aikidoka una vez más tuvo la posibilidad de realizar cortes (por lado y lado) con el bokken. fueron sólo algunos minutos, pero los suficientes para comprender que dentro de las limitaciones de su estilo, al aikidoka el corte diagonal le fluye mejor de izquierda a derecha que al revés.
luego, sólo dos aikidokas y el sempai cargaron de energía el dojo esta mañana. y vaya si lo hicieron, porque la práctica comenzó suavemente, casi de manera placida, pero poco a poco fue subiendo en intensidad, hasta llegar a un punto en que el aikidoka quedó realmente exhausto.
ikkio fue el eje de la práctica esta vez. técnica que fue desplegada de diversas formas según las indicaciones del sempai. el aikidoka debió enfrentar en reiteradas ocasiones al sempai y a su compañero, una torre humana de casi dos metros, que dócilmente se dejó llevar por los torpes movimientos del aikidoka.
la flexibilidad y la conciencia del centro siguen siendo los princpipales escollos que el aikidoka enfrenta en cada práctica, y seguramente lo seguirán siendo por muchas, muchas prácticas más.