agosto 28, 2006

antes de pisar el tatami, el aikidoka estableció interesante conversación con el sempai acerca de los exámenes que se avecinan. el sempai recomendó al aikidoka dejar pasar estos exámenes, pero sin falta tomar el próximo para acceder a su primer grado. una recomendación que no hizo más que confirmar la decisión que había tomado previamente el aikidoka con respecto a esta instancia.

de todas formas, el sempai se ofreció gentilmente a centrar la práctica en los ejercicios que se exigen para acceder al primer grado, es decir sexto kyu o rokkyu kyu.

de esta manera, tras el precalentamiento habitual (que siempre son distintos unos de otro) la práctica comenzó con katatedori aihamni iriminage, para luego, frente a ese mismo ataque, responder con kotegaeshi, ikkyo, shihonage, tanto en sus variantes de omote como ura.

y si bien se podría decir que el aikidoka realizó estas técnicas con relativa fluidez, la práctica confirmó como su correcta decisión de esperar, hasta sentirse realmente listo para dar su primer examen y todos los que vengan por delante: cada uno a su debido tiempo.

fue una práctica luminosa y no sólo en el sentido metafórico del término. en esta época del año la práctica comienza cuando ya ha amanecido y hacia el final, mientras el aikidoka realizaba los ejercicios de elonganción y respiración, los rayos de sol irrumpieron con fuerza por las ventanas del dojo.