hoy ha sido la segunda práctica consecutiva a la que el aikidoka no asiste.
sin embargo hoy no se trató de problemas personales ni familiares, sino que simplemente el aikidoka se quedó dormido.
el aikidoka escuchó el despertador y, en sueños, simplemente lo apagó para seguir durmiendo. no fue un acto voluntario, sino una reacción inconciente, quizás por el cansancio que acumula desde hace varios días.
cuando volvió a abrir los ojos (impulsado seguramente por el remordimiento) habían pasado cuarenta minutos desde que había sonado el despertador y según sus cálculos, la práctica había comenzado ya hacía 15 minutos.
durante un par de segundos barajó la idea de saltar de la cama y partir raudo al dojo, pero comprendió que llegaría demasiado tarde y que no valdría la pena.
a decir verdad, el aikidoka se siente profundamente defraudado de sí mismo. y es por este motivo que se ha propuesto hacer todo lo que esté a su alcance para asistir a la práctica de la tarde de hoy.
también hará lo posible por estar sobre el tatami el sábado en la mañana.