hoy es un día gris para el aikidoka. pero no sólo por la lluvia que cae sobre la ciudad, sino porque anoche fue confirmada la lesión por un médico especialista. se trata de un desgarro de dimensiones desconocidas, puesto que es necesaria una ecotomografía para confirmar esa información.
el doctor, sin embargo, sugirió al aikidoka esperar un par de días, y dependiendo de cómo evolucione el dolor (que con el paso de las horas lentamente se ha ido convirtiendo en molestia), decida si se somete o no a la ecotomografía.
lo que sí, el profesional advirtió al aikidoka que debe mantenerse alejado de las prácticas al menos entre 7 y 10 días. una sentencia lapidaria para el aikidoka, que sin embargo deberá esperar con resignación y manteniendo a raya la ansiedad, que cicatrice la herida del aductor de su muslo izquierdo, para retomar las prácticas.
el aikidoka siente un profundo pesar y decepción. el hecho ocurrió justo en un momento álgido de la práctica, en la que el aprendiz se estaba sintiendo bien.
desgraciadamente estas cosas ocurren. es decir, si el propio sensei u otros aikidokas de mayor rango han sufrido (y sufren con cierta regularidad) lesiones, cómo no iba a ocurrirle algo así a él.
a pesar de todo, la de ayer fue una buena práctica (descontando el desenlace, descontando el hecho de que un aikidoka involuntariamente le metió el dedo al ojo).
el aikidoka se mantuvo concentrado y atento, ágil y despierto. la lesión fue producto del azar y no de algún error humano en el accionar del aikidoka.
quizás si su cuerpo fuese más joven, habría soportado mejor la dolorosa y forzada extensión del músculo, pero pensar en eso es total y absolutamente inutil.
en este momento el aikidoka sólo piensa en su pronta recuperación, para regresar en la mejor forma posible al dojo.