abril 09, 2007

no es ni de cerca la primera (ni la peor) lesión que sufre el aikidoka durante su vida. ya sea originadas por el aikido o bien por cualquier otra circunstancia. sin embargo, nunca ha dejado de sorprenderse ante la capacidad del cuerpo (de la capacidad de la vida en sí misma) de regenerarse. los tendones, los ligamentos, los músculos, van volviendo a su (com)posición original.

el aikidoka no ha estado ajeno a este proceso. un proceso en el que no sólo sus ligamentos dañados se han regenerado, sino también su espíritu y su disposición. con los días la rabia dio paso a la templanza, la ansiedad dio paso a la calma.

el atento lector habrá notado que, más allá de la lesión, se habían dado ciertas situaciones que estaban afectando la sana práctica del aikidoka. bueno, los días han permitido también despejar la incomodidad y disponer al aikidoka para volver al tatami atento, como siempre, pero también tan abierto y liviano como ha intentado hacerlo siempre.

claro, también está el asunto de los exámenes, que el aprendiz no pudo rendir debido a este pequeña lesión. pero el asiduo lector ya sabe que el aikidoka no siente una obsesión por subir de grados y una vez más el aprendiz acepta que cada uno tiene sus tiempos y que las lesiones que surgen al camino también forman parte de ese tiempo que hay que respetar. por lo demás, lo que quede por delante para rendir su primer examen, le permitirá al aikidoka profundizar las técnicas requeridas.

por último, mientras decantaba la lesión (mientras los tendones se regeneraban) el aikidoka tuvo tiempo también para pensar en el momento exacto del incidente. en ese aspecto también las cosas han decantado. porque si bien al principio el aprendiz pensaba que las responsabilidades en el incidente eran compartidas entre uke y nage (nage porque quizás improvisó una técnica para la cual no estaba técnicamente capacitado frente a un aprendiz. uke por haber estado desprevenido), ahora el aikidoka piensa que no importa buscar las responsabilidades del incidente, sino grabarse a fuego una importante lección: el último ukemi (el último segundo de la práctica) es tan importante como el primero, o como el del medio y por lo tanto la disposición, la atención, la concentración, la respiración no debe soltarse sino hasta el final, hasta el segundo aplauso frente al kamiza, en el que el cuerpo devuelve la energía a la vía láctea.

hoy, tras algunas sesiones de acupuntura (tras ingerir algunas cápsulas homeopáticas) el aikidoka fue dado de alta. su intención es incorporarse este mismo miércoles a las prácticas.