marzo 19, 2007

sólo dos alumnos marcaron el pulso de la práctica de hoy: un sempai y el aikidoka (descontando por cierto al sempai instructor). una práctica que estuvo centrada básicamente en ikkio, que si bien se trata de la técnica básica, podría escribirse todo un libro con su práctica y evolución.

en este caso (en este dojo) ikkio busca absorver el ataque de uke (en este caso chomen uchi) y elevar el brazo del atacante para "tomarle el centro", es decir llevarlo a un punto en el que pierde su punto de apoyo y por tanto la plataforma para entrar. "tomar el centro". el aikidoka se quedó pensando en el término y le pareció que el término es similar al que usan en algunas películas de guerra. "tomar el centro" sería como "tomar el cuartel general" o "tomar el control de la ciudad". y es que al tomar el centro o hacer atravesar a uke el límite que divide al equilibrio y al desequilibrio, equivale a anular su ataque.

durante la práctica de hoy, el sempai/alumno se mostró particularmente intenso y persistente, sobre todo en el papel de uke, resistiéndose en reiteradas oportunidades a las técnicas (febles, por supuesto) que aplicaba sobre él el aikidoka, e incluso en muchas oportunidades apelando a una contratécnica, la que terminaba con el aikidoka en el suelo.

llegado a este punto, el aikidoka acaba de recordar que no se ha referido a la práctica del sábado y tampoco a la del viernes, por lo que no perderá esta oportunidad:

la práctica del viernes supuestamente iba a ser el primer cruce del aikidoka con sensei en mucho tiempo (por lo menos en un mes y medio), pero no lo fue. de hecho, fue casi lo contrario, ya que se trató de la primera práctica que entregaba un sempai, un compañero de tantas batallas.

y la práctica reflejó a cabalidad la actitud de este sempai sobre el tatami. fuerza, intensidad, alta exigencia física y un gran respeto por el compañero. tampoco faltó una interesante cuota de humor. con decir que no habían pasado más de tres minutos de precalentamiento y el aikidoka ya tenía su keiko gi empapado.

uno de los rasgos característicos de este sempai es su constante interés por llevar las técnicas a situaciones de combate fuera del tatami. a este sempai no le van las prácticas conceptuales, ni sensoriales ni introspectivas, sino las prácticas enérgicas y efectivas. y así fue la primera práctica que dictó. sin ir más lejos, fue la primera vez que el aikidoka debió practicas aplicando ya no un yodan tsuki al rostro, sino uno, dos, tres y cuatro, para recién en ese entonces aplicar irimi nage omote (o recibirlo en el caso de uke).

fue el viernes que el aikidoka comprobó que le queda muchísima práctica para lograr realizar ukemis al menos de manera estilizada. fue intentando realizar un ukemi alto (sempai puso un bokken casi a la altura de sus hombros para que el aikidoka lo salvara con mae ukemi) que el aikidoka aterrizó con la espalda recta, lo que le significó un fuerte dolor de espalda y de cuello. de todas formas fue una práctica que le gustó muchísimo al aikidoka, a quien por lo general le gusta sentirse exigido físicamente.

así las cosas, fue el sábado cuando el aikidoka se encontró con sensei después de tanto tiempo. una práctica sabatina (la primera después de sus vacaciones) en la que el aikidoka vio caras nuevas y otras conocidas y que estuvo basada íntegramente en una técnica cuyo nombre el aikidoka desconoce, pero que si tuviera que explicarla, sería de esta forma: a partir de kata te dori ai hanmi, nage aplica un atemi al rostro de uke con su mano libre. al elevar un poco el centro de gravedad de uke, nage pasa por debajo de su brazo (alejando lo más posible su brazo tomado del centro de uke y alejándolo aún más de su punto de equilibrio), para luego bajar el brazo tomado como un bokken y someter a uke que ha quedado enfrentado a nage, pero, si es que la técnica ha sido bien aplicada, incapaz de moverse.

fue una práctica en la que sensei destinó mucho tiempo para hablar. algo extraño en sensei, que es más bien un tipo de pocas (poquísimas) palabras. de todas maneras fueron palabras muy didácticas, en las que no sólo se refirió a las falencias que veía en algunos de los asistentes, sino también en las diferencias entre el daito ryu y el aikido. sensei se refirió a episodios en la vida de o sensei y en ciertos pasajes hizo reir a todos de buena gana.

terminada la práctica de hoy, sempai/compañero pidió disculpas por su actitud. dijo estar muy cansado y atribuyó a ello sentirse mal sobre el tatami.

el aikidoka se preguntó "¿y entonces por qué vino?", pero fue una pregunta que se guardó para sí.