esta mañana el aikidoka pudo disfrutar de una placentera práctica, sin sobresaltos, con un tatami despejado, donde había espacio suficiente y donde las cosas fluyeron claras como el agua.
luego de un intenso precalentamiento (óptimo para paliar la gélida y oscura mañana) se pasó a tai noenka, y luego tenchi nage y luego kokiu nage, intentando no utilizar las manos. lo cual es un asunto complejo, pero a la vez sumamente estimulante.
el aikidoka desplegó con moderada plasticidad mae y ushiro ukemis, rodando de aquí para allá, salpicando invisibles y rojísimas gotitas de la herida en su costado, que ya cicatriza (aunque no del todo).
hoy el aikidoka descubrió además que el pantalón de su keikogi a comenzado a romperse en las rodillas, lo que para el aprendiz es una señal de constancia y perseverancia. una pequeña herida de guerra que lo enorgullece más que la del lunes.
sin embargo han sido días difíciles, para qué negarlo. al mirar hacia el futuro, el aikidoka ve todo difuso.
mayo 30, 2007
mayo 29, 2007
a pesar de lo espaciadas de sus intervenciones en este dojo virtual, el aikidoka sigue incansable su avance por el camino del budo. un camino que, por cierto, no ha estado exento de obstáculos. y con esto el aprendiz no se refiere al frío que ha asolado la ciudad (y que hace algo más difícil su presencia en el dojo cada mañana), ni tampoco al cansancio (que ha aumentado considerablemente desde que el aprendiz adoptó la bicicleta como medio de transporte urbano) sino más bien con un hecho puntual que ocurrió en la práctica vespertina de ayer.
la práctica la dirigió el sensei venido del norte, tal como ha sido la tónica desde que este sensei arribó al país para ofrecer el seminario de la semana pasada (al que, como recordará el amable lector, el aprendiz no asistió).
habían transcurrido muy pocos minutos de la práctica. sensei había mostrado una técnica muy abstracta, muy plástica y muy hermosa, por cierto, pero dando por supuestos varios factores que este humilde aprendiz no había comprendido del todo. y claro, en esto no hay problema alguno; el aikidoka tiene perfectamente claras sus limitaciones y comprende que está muy lejos de alcanzar un nivel aceptable (a pesar de su esfuerzo y de su constancia y de su permanente entusiasmo), sin embargo ocurrió lo siguiente: mientras todos estaban desarrollando esta técnica (que como ya fue dicho era muy abstracta, muy conceptual), sensei detuvo la práctica, pidió que nadie se moviera de su lugar y enfrente de todos sus compañeros, comenzó a corregirlo (no del mejor modo, a juicio de este humilde aprendiz), diciéndole que lo que estaba haciendo no era lo correcto. "no es eso lo que estamos haciendo, sino esto otro" dijo sensei mirando directamente al aikidoka quien sentía además las miradas de todos sus compañeros puestas sobre su cuerpo.
y claro, el aikidoka estaba haciendo ikkio (un ikkio muy amplio, como describiendo un gran arco con ambas manos), pero la técnica no era ikkio, sino algo similar (pero distinto) que consistía en extender la línea del cuerpo de uke de manera horizontal, nage alargando el brazo y luego bajando el centro de gravedad, casi sin utilizar la segunda mano de nage (cabe hacer notar que se estaba trabajando en suwari waza).
el incidente no evitó que el aikidoka continuara la práctica con el ahínco habitual, pero sí fue como una pequeña espina en su costado ¿por qué, se preguntará el amable lector? primero porque así como el aikidoka tiene claras sus limitaciones, también puede percibir las del resto de sus compañeros (muchos de ellos con menos tiempo de práctica que este aprendiz) y notó que él no era el único que estaba desarrollando mal la técnica, por lo tanto la reprimenda no debió haber recaído sólo sobre él. y en segundo lugar, porque el aikidoka considera que si sensei detectó que el aprendiz estaba desarrollando mal la técnica, debió haberse acercado a él y a su compañero y corregir lo que estaba mal hecho en forma directa y personalizada y no detener la práctica para hacerlo publico a todo la clase. definitivamente no había necesidad de ello.
durante el resto de la práctica, el aikidoka pudo ver con sus propios ojos cómo muchos de los practicantes realizaban mal las técnicas, pero ninguno de ellos fue corregido en público como ocurrió con el aprendiz.
la práctica continuó así, con esta pequeña herida simbólica en el costado, que se materializó con una herida real en el empeine debido al trabajo en suwari waza y a la fricción de los pies con el tatami a baja temperatura. pero la práctica (para bien o para mal) terminó antes de lo habitual, porque sensei dijo que como le quedaban pocos días en el país, quería aprovechar el tiempo e invitó a todos los presentes a beber una cerveza en el bar de la esquina.
todos festejaron la ocurrencia con risas y aplausos. el aikidoka, por cierto, no acudió a la invitación.
la práctica la dirigió el sensei venido del norte, tal como ha sido la tónica desde que este sensei arribó al país para ofrecer el seminario de la semana pasada (al que, como recordará el amable lector, el aprendiz no asistió).
habían transcurrido muy pocos minutos de la práctica. sensei había mostrado una técnica muy abstracta, muy plástica y muy hermosa, por cierto, pero dando por supuestos varios factores que este humilde aprendiz no había comprendido del todo. y claro, en esto no hay problema alguno; el aikidoka tiene perfectamente claras sus limitaciones y comprende que está muy lejos de alcanzar un nivel aceptable (a pesar de su esfuerzo y de su constancia y de su permanente entusiasmo), sin embargo ocurrió lo siguiente: mientras todos estaban desarrollando esta técnica (que como ya fue dicho era muy abstracta, muy conceptual), sensei detuvo la práctica, pidió que nadie se moviera de su lugar y enfrente de todos sus compañeros, comenzó a corregirlo (no del mejor modo, a juicio de este humilde aprendiz), diciéndole que lo que estaba haciendo no era lo correcto. "no es eso lo que estamos haciendo, sino esto otro" dijo sensei mirando directamente al aikidoka quien sentía además las miradas de todos sus compañeros puestas sobre su cuerpo.
y claro, el aikidoka estaba haciendo ikkio (un ikkio muy amplio, como describiendo un gran arco con ambas manos), pero la técnica no era ikkio, sino algo similar (pero distinto) que consistía en extender la línea del cuerpo de uke de manera horizontal, nage alargando el brazo y luego bajando el centro de gravedad, casi sin utilizar la segunda mano de nage (cabe hacer notar que se estaba trabajando en suwari waza).
el incidente no evitó que el aikidoka continuara la práctica con el ahínco habitual, pero sí fue como una pequeña espina en su costado ¿por qué, se preguntará el amable lector? primero porque así como el aikidoka tiene claras sus limitaciones, también puede percibir las del resto de sus compañeros (muchos de ellos con menos tiempo de práctica que este aprendiz) y notó que él no era el único que estaba desarrollando mal la técnica, por lo tanto la reprimenda no debió haber recaído sólo sobre él. y en segundo lugar, porque el aikidoka considera que si sensei detectó que el aprendiz estaba desarrollando mal la técnica, debió haberse acercado a él y a su compañero y corregir lo que estaba mal hecho en forma directa y personalizada y no detener la práctica para hacerlo publico a todo la clase. definitivamente no había necesidad de ello.
durante el resto de la práctica, el aikidoka pudo ver con sus propios ojos cómo muchos de los practicantes realizaban mal las técnicas, pero ninguno de ellos fue corregido en público como ocurrió con el aprendiz.
la práctica continuó así, con esta pequeña herida simbólica en el costado, que se materializó con una herida real en el empeine debido al trabajo en suwari waza y a la fricción de los pies con el tatami a baja temperatura. pero la práctica (para bien o para mal) terminó antes de lo habitual, porque sensei dijo que como le quedaban pocos días en el país, quería aprovechar el tiempo e invitó a todos los presentes a beber una cerveza en el bar de la esquina.
todos festejaron la ocurrencia con risas y aplausos. el aikidoka, por cierto, no acudió a la invitación.
mayo 23, 2007
cero grados marcaba esta mañana el termómetro cuando sempai encabezó el saludo al kamiza. fue por este motivo que el propio sempai encabezó un breve pero intensísimo precalentamiento que incluyó trote por el perímetro del tatami, juegos infantiles como la carretilla y el caballito, ocasión en que los seis madrugadores (y aún entumecidos) samuráis, aprovecharon de reir. y siguieron riendo luego, cuando sempai tomó el bo y lo puso como una valla a sortear mediante mae ukemis.
terminado el precalentamiento, la práctica se centró casi íntegramente en tenchi nage, procurando siempre primero atraer a uke hacia el centro con ambos brazos para luego extenderlos (sin tensarlos) y luego, cuando ya el centro de uke había sido tomado, entrar con irimi para conseguir la caída.
diversas modalidades de tenchi nage se fueron alternando durante la práctica en la que estos seis cuerpos livianos, vigorosos y vaporosos se movían con mayor o menor elegancia sobre el frío tatami.
lentamente la luz del sol fue iluminando el dojo, pero sólo la luz, porque el calor sólo emanaba de los cuerpos sobre el tatami.
al aikidoka se le hizo sumamente corta la práctica. quizás tan corta como este post.
terminado el precalentamiento, la práctica se centró casi íntegramente en tenchi nage, procurando siempre primero atraer a uke hacia el centro con ambos brazos para luego extenderlos (sin tensarlos) y luego, cuando ya el centro de uke había sido tomado, entrar con irimi para conseguir la caída.
diversas modalidades de tenchi nage se fueron alternando durante la práctica en la que estos seis cuerpos livianos, vigorosos y vaporosos se movían con mayor o menor elegancia sobre el frío tatami.
lentamente la luz del sol fue iluminando el dojo, pero sólo la luz, porque el calor sólo emanaba de los cuerpos sobre el tatami.
al aikidoka se le hizo sumamente corta la práctica. quizás tan corta como este post.
mayo 19, 2007
se equivoca profundamente quien crea que la ausencia (de casi un mes) del aikidoka de este dojo virtual se ha replicado en el dojo compuesto por átomos que hay allá afuera.
para conocimiento del amable lector, el aikidoka ha asistido regularmente a sus prácticas tres veces a la semana (salvo alguna por allí que se habrá quedado dormido, todo hay que reconocerlo).
de hecho hoy (ayer para efectos de publicación) al aprendiz no le bastó con asistir lleno de entusiasmo a la práctica al amanecer, sino que también puso todo de sí (y lo consiguió con creces) para llegar a tiempo a la práctica de la tarde.
pero empecemos por el principio. en la mañana la práctica se centró en kaiten nage. primero sin proyección, luego con ukemi.
fue una práctica silenciosa, dirigida por sensei de la casa, que tuvo como aliciente la presencia de un amable sensei extranjero que ha venido a ofrecer sus siempre interesantes seminarios.
el aikidoka tuvo la posibilidad de practicar kaiten nage con este sensei, quien hizo sentir sumamente torpe e ineficaz al aikidoka. la forma como enfrentaba la técnica este aprendiz apenas hacía mover láxamente el cuerpo de sensei que, probablemente más por caridad que por otra cosa, se dejaba caer con desgano.
de todas formas fue una práctica interesantísima, que como siempre ha dejado hondas enseñanzas en este aprendiz (enseñanzas que, sin embargo, el aikidoka no está en condiciones de enumerar en este momento).
lo de la tarde fue absolutamente otra historia. como ya fue dicho, el aikidoka debió esforzarse al máximo para llegar a la hora, surcando la ciudad a toda velocidad sobre su bicicleta (reciente nuevo medio de transporte del aprendiz).
por lo mismo, fue un impacto sentir que todo había sido en vano cuando llegó al dojo y lo encontró a oscuras. ¿cómo era posible? chequeó la hora (chequeó el día también, no fuera a ser que sólo era viernes de tanto desearlo) y estaba todo bien, sin embargo no había nadie.
por suerte (porque no habría soportado la frustración de ese esfuerzo en vano) pronto apareció un sempai que de un salto abrió la puerta, encendió las luces y se lanzó con otra interesantísima práctica que, a pesar de la presencia de un nuevo alumno en el dojo, fue bastante compleja con técnicas todas a partir de katate dori tai noenka.
el aikidoka quisiera resaltar aquí un momento en el que, mientras estaba practicando con un compañero de mucho mayor graduación, después de hacer la técnica de manera deficiente (el aikidoka, por supuesto) uke de inmediato mutó a nage y dejó completamente atrapado al aprendiz, en ese lapso el aikidoka se trenzó en un interesante forcejeo con su compañero. un forcejeo que no tenía una pizca de irritación de ni de mala intención, pero en el que ambos se internaron a explorar llaves que poco tenían que ver con el aikido y eran más parecidas al jiu jitsu brasilero (disciplina que el aprendiz sólo ha visto a través de material audiovisual).
en resumidas cuentas, ha sido un día de aikido intenso y vigoroso y lleno de vitalidad, con el que el aikidoka espera suplir los cuatro días sin aikido que se le vienen por delante.
por último, algo que no fue consignado en su momento: el amable sensei que viene del extranjero ofrecerá un seminario durante este fin de semana. pero el aikidoka no asistirá.
para conocimiento del amable lector, el aikidoka ha asistido regularmente a sus prácticas tres veces a la semana (salvo alguna por allí que se habrá quedado dormido, todo hay que reconocerlo).
de hecho hoy (ayer para efectos de publicación) al aprendiz no le bastó con asistir lleno de entusiasmo a la práctica al amanecer, sino que también puso todo de sí (y lo consiguió con creces) para llegar a tiempo a la práctica de la tarde.
pero empecemos por el principio. en la mañana la práctica se centró en kaiten nage. primero sin proyección, luego con ukemi.
fue una práctica silenciosa, dirigida por sensei de la casa, que tuvo como aliciente la presencia de un amable sensei extranjero que ha venido a ofrecer sus siempre interesantes seminarios.
el aikidoka tuvo la posibilidad de practicar kaiten nage con este sensei, quien hizo sentir sumamente torpe e ineficaz al aikidoka. la forma como enfrentaba la técnica este aprendiz apenas hacía mover láxamente el cuerpo de sensei que, probablemente más por caridad que por otra cosa, se dejaba caer con desgano.
de todas formas fue una práctica interesantísima, que como siempre ha dejado hondas enseñanzas en este aprendiz (enseñanzas que, sin embargo, el aikidoka no está en condiciones de enumerar en este momento).
lo de la tarde fue absolutamente otra historia. como ya fue dicho, el aikidoka debió esforzarse al máximo para llegar a la hora, surcando la ciudad a toda velocidad sobre su bicicleta (reciente nuevo medio de transporte del aprendiz).
por lo mismo, fue un impacto sentir que todo había sido en vano cuando llegó al dojo y lo encontró a oscuras. ¿cómo era posible? chequeó la hora (chequeó el día también, no fuera a ser que sólo era viernes de tanto desearlo) y estaba todo bien, sin embargo no había nadie.
por suerte (porque no habría soportado la frustración de ese esfuerzo en vano) pronto apareció un sempai que de un salto abrió la puerta, encendió las luces y se lanzó con otra interesantísima práctica que, a pesar de la presencia de un nuevo alumno en el dojo, fue bastante compleja con técnicas todas a partir de katate dori tai noenka.
el aikidoka quisiera resaltar aquí un momento en el que, mientras estaba practicando con un compañero de mucho mayor graduación, después de hacer la técnica de manera deficiente (el aikidoka, por supuesto) uke de inmediato mutó a nage y dejó completamente atrapado al aprendiz, en ese lapso el aikidoka se trenzó en un interesante forcejeo con su compañero. un forcejeo que no tenía una pizca de irritación de ni de mala intención, pero en el que ambos se internaron a explorar llaves que poco tenían que ver con el aikido y eran más parecidas al jiu jitsu brasilero (disciplina que el aprendiz sólo ha visto a través de material audiovisual).
en resumidas cuentas, ha sido un día de aikido intenso y vigoroso y lleno de vitalidad, con el que el aikidoka espera suplir los cuatro días sin aikido que se le vienen por delante.
por último, algo que no fue consignado en su momento: el amable sensei que viene del extranjero ofrecerá un seminario durante este fin de semana. pero el aikidoka no asistirá.
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