quizás resulte curioso que el aikidoka regrese a este dojo virtual para referirse a una práctica a la que no asistió. y de hecho es curioso, pero así es: esta mañana el aikidoka sintió la necesidad de dormir un par de horas más, debido a la intensa carga de esfuerzo al que ha estado sometido.
es por esto que el aprendiz se encuentra evaluando la posibilidad de suplir la ausencia de esta mañana asistiendo a la práctica vespertina. es una posibilidad real, pero hasta el momento, no del todo cierta.
pero para no desaprovechar la presencia del aikidoka en este espacio en el día de hoy, el aprendiz ha decidido referirse brevemente a la práctica del lunes (cabe hacer notar que el aikidoka ha seguido asistiendo regularmente a sus tres prácticas semanales, con el entusiasmo y la entrega que ya se ha hecho habitual). una práctica que estuvo íntegramente centrada en irimi nage. el aikidoka no recuerda una práctica en la que se haya explorado sólo en una técnica.
durante la práctica sensei se detuvo a explicar las importancia del concepto de irimi (el cual se podría aplicar a prácticamente todas las técnicas conocidas en aikido): entrar, ocupar el espacio del otro. sensei hizo hincapié también en que no es sólo nage quien debe ocupar ese espacio, sino que uke, en su ataque, debe demostrar la intención real de ocupar el espacio de nage, quien a su vez toma esa intención de uke para poder desarrollar la técnica. es decir uke no puede limitarse a tomar la muñeca de nage, sino que debe manifestar su intención real de entrar (irimi) al espacio de nage.
fue una bella práctica, en la que el aikidoka tuvo la oportunidad de corregir un sinnúmero de errores que estaba cometiendo al momento de desarrollar iriminage. el aprendiz tuvo la oportunidad de intercambiar roles con varios compañeros distintos, lo que permitió también sentir la potencia o la suavidad de cada uno, y aprendiendo importantes enseñanzas de cada uno de ellos.
para cerrar esta hermosa práctica, sensei ordenó un intenso ato keiko, en el cual el aikidoka fue sometido a un gran esfuerzo. sobre todo con uno de los sempais (precisamente el que guía la práctica de esta mañana), quien hizo volar al aikidoka por los cielos del dojo. con técnicas simples pero contundentes, sempai hizo girar al aikidoka en 180º sobre su cabeza, lo que obligaba al aikidoka a girar rápidamente estando en el aire y a su vez soltar sus brazos para que éstos golpearan sobre el tatami para reducir el impacto. fue una experiencia veloz, intensa, enérgica, la cual resultó sumamente estimulante para este humilde aprendiz.
junio 27, 2007
junio 15, 2007
no hay nada más estimulante que calentar una gélida mañana (en la que el mercurio de los termómetros no superaba el cero), cuando ese calor viene desde adentro del cuerpo. y sobre todo cuando ese calor es generado por una práctica amplia, intensa, constante, en la que sensei casi no ha dado respiro.
fue seguramente debido al frío de esta mañana, que a la práctica asistieron sólo dos alumnos, quienes trabajaron en trío con sensei quien no dio pausa entre una técnica y otra.
al aikidoka le pareció en un comienzo que las técnicas propuestas por sensei (técnicas cuyo nombres el aikidoka desconoce, pero que le había tocado practicar con anterioridad) eran demasiado estáticas considerando que había que generar calor. pero no pasó demasiado antes de que el aikidoka se encontrara exhausto, sudando la gota gorda, atacando (con tsuki o katate dori), absorviendo, girando, proyectando, rodando (hacia adelante y hacia atrás). esfuerzo que se veía incrementado por el hecho de que el aikidoka convertía en ushiro ukemis las caídas de espaldas y se mantenía constantemente buscando las mae ukemi. una y otra vez, aprovechando la inmensidad del tatami, cuyo espacio era sólo para los tres.
han pasado muchas cosas en el dojo desde un tiempo a esta parte. se ha producido un cambio muy importante, que ha desencadenado otros como en un efecto dominó. cambios que redundan, entre otras cosas, en una notoria disminuicón de hakamas sobre el tatami.
ajeno a estos cambios (en los que no se profundizará en este momento), el aikidoka ha mantenido su constancia y su esfuerzo en la búsqueda.
muchas veces se ha sentido extraviado, muchas veces se ha sentido cansado, muchas veces se ha cuestionado, muchas veces ha dudado, muchas veces ha decaído, pero el aprendiz comprende que se trata de las atribulacionas propias que implican la opción de haber emprendido este camino.
y hasta ahora, a pesar de las tribulaciones y el cansancio, el aikidoka se mantiene en movimiento.
fue seguramente debido al frío de esta mañana, que a la práctica asistieron sólo dos alumnos, quienes trabajaron en trío con sensei quien no dio pausa entre una técnica y otra.
al aikidoka le pareció en un comienzo que las técnicas propuestas por sensei (técnicas cuyo nombres el aikidoka desconoce, pero que le había tocado practicar con anterioridad) eran demasiado estáticas considerando que había que generar calor. pero no pasó demasiado antes de que el aikidoka se encontrara exhausto, sudando la gota gorda, atacando (con tsuki o katate dori), absorviendo, girando, proyectando, rodando (hacia adelante y hacia atrás). esfuerzo que se veía incrementado por el hecho de que el aikidoka convertía en ushiro ukemis las caídas de espaldas y se mantenía constantemente buscando las mae ukemi. una y otra vez, aprovechando la inmensidad del tatami, cuyo espacio era sólo para los tres.
han pasado muchas cosas en el dojo desde un tiempo a esta parte. se ha producido un cambio muy importante, que ha desencadenado otros como en un efecto dominó. cambios que redundan, entre otras cosas, en una notoria disminuicón de hakamas sobre el tatami.
ajeno a estos cambios (en los que no se profundizará en este momento), el aikidoka ha mantenido su constancia y su esfuerzo en la búsqueda.
muchas veces se ha sentido extraviado, muchas veces se ha sentido cansado, muchas veces se ha cuestionado, muchas veces ha dudado, muchas veces ha decaído, pero el aprendiz comprende que se trata de las atribulacionas propias que implican la opción de haber emprendido este camino.
y hasta ahora, a pesar de las tribulaciones y el cansancio, el aikidoka se mantiene en movimiento.
junio 03, 2007
el aikidoka quisiera referirse en este momento a la magnífica práctica a la que tuvo el privilegio de asistir el viernes por la mañana, guiada una vez más por el amable sensei venido del norte.
una mañana muy fría, como ya se hecho costumbre desde hace un tiempo, pero a la vez muy limpia y transparente.
durante la práctica (en la que estaba presente el propio sensei residente y varios judanshas y aspirantes a serlo), el amable sensei invitó al aikidoka a ser uke para la ejemplificación de una técnica, la cual empezaba con ushiro ryo katate dori (si es que así se le llama a la tomada de ambas muñecas por la espalda). empezaba así, pero podía terminar literalmente en cualquier cosa.
porque finalmente lo que sensei proponía era que a partir de esa tomada nage debía manejar el campo de gravedad propio, y si lo hacía correctamente, conseguía también tomar el campo de gravedad de uke, y de ahí adelante ya era cosa de coser y cantar.
para sensei, por cierto, quien hacía parecer que todo era demasiado fácil (situación nada más ajena a la realidad).
el punto es que a juicio del aikidoka esa mañana el amable sensei venido del norte tuvo una actitud particularmente amable y transparente con el aikidoka (o eso es lo que el aprendiz ha querido pensar) y con eso bastó para que la herida en su costado haya cicatrizado para siempre.
cerca del final de la práctica, mientras se estaba en seisa en ejercicios de relajación, sensei instó a mirar hacia afuera. el sol entraba a raudales.
es una magnífica mañana, dijo sensei.
y realmente lo era.
una mañana muy fría, como ya se hecho costumbre desde hace un tiempo, pero a la vez muy limpia y transparente.
durante la práctica (en la que estaba presente el propio sensei residente y varios judanshas y aspirantes a serlo), el amable sensei invitó al aikidoka a ser uke para la ejemplificación de una técnica, la cual empezaba con ushiro ryo katate dori (si es que así se le llama a la tomada de ambas muñecas por la espalda). empezaba así, pero podía terminar literalmente en cualquier cosa.
porque finalmente lo que sensei proponía era que a partir de esa tomada nage debía manejar el campo de gravedad propio, y si lo hacía correctamente, conseguía también tomar el campo de gravedad de uke, y de ahí adelante ya era cosa de coser y cantar.
para sensei, por cierto, quien hacía parecer que todo era demasiado fácil (situación nada más ajena a la realidad).
el punto es que a juicio del aikidoka esa mañana el amable sensei venido del norte tuvo una actitud particularmente amable y transparente con el aikidoka (o eso es lo que el aprendiz ha querido pensar) y con eso bastó para que la herida en su costado haya cicatrizado para siempre.
cerca del final de la práctica, mientras se estaba en seisa en ejercicios de relajación, sensei instó a mirar hacia afuera. el sol entraba a raudales.
es una magnífica mañana, dijo sensei.
y realmente lo era.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)